INCIDENCIAS: PLAGAS Y ENFERMEDADES
No hay presencia de plagas ni enfermedades.
Se realizaron tratamientos en algunas parcelas para combatir orugas en el cultivo que retrasaron el desarrollo del mismo. Actualmente con el frío no se aprecia esta plaga.
Actualmente no se están realizando tratamientos fitosanitarios contra plagas ni enfermedades.
Aplicando el cronograma de seguimiento de plagas y enfermedades de la guía del cultivo de remolacha azucarera y teniendo en cuenta los umbrales de daños, fauna auxiliar, etc. del Reglamento, recomendamos los siguientes criterios de intervención y métodos de control. En el control de estas, siempre que sea posible se antepondrán los métodos biológicos, biotecnológicos, culturales, físicos y genéticos a los métodos químicos.
En el caso de tratamientos químicos: alternar sustancias activas de distintos grupos químicos y mecanismos de acción, no realizando más de dos tratamientos consecutivos con la misma materia activa. Plaguicidas Producción Integrada.
Enfermedades:
Cercospora (Cercospora beticola): El hongo causante de esta enfermedad penetra en los estomas de las hojas de remolacha, desarrollándose en su interior. La enfermedad se manifiesta por rodales con aparición de manchas redondeadas de color grisáceo, con halos de diferente color, uno rojo y otro marrón. Conforme avanza la enfermedad las manchas se extienden uniéndose unas con otras, hasta llegar a cubrir las hojas en su totalidad, como consecuencia las hojas acaban secándose. Si el tiempo es húmedo, en el interior de las manchas, aparecen puntuaciones negras rodeadas de una gran masa algodonosa y blanquecina (Órgano reproductor del hongo). Los daños ocasionados por esta enfermedad son elevados por varios motivos: pérdida de masa foliar y el rebrote de la planta hace consumir las reservas de la raíz, disminuyendo así la pérdida de azúcar.
CONDICIONES ÓPTIMAS DE DESARROLLO:
Germinación: Humedad relativa > 90%.
Periodo de incubación: 7 días a 28 ºC y 14 días a 20 ºC.
Plagas:
Cásida (Cassida Vittata): Es una plaga endémica del sur de España. Los adultos aparecen en el cultivo en febrero-marzo y comienzan a hacer las puestas, en huevos aislados o de dos en dos, sobre todo por el envés y el peciolo de las hojas. El adulto se caracteriza por tener el pronoto y los élitros muy desarrollados, con los bordes aplastados y recubriendo todo el cuerpo excepto la extremidad de las antenas, de este modo queda protegido bajo esta cubierta. Mide entre 5 y 7 mm y es de color verde claro, con 2 bandas longitudinales sobre los élitros de color verde metálico. Las larvas tienen forma oval y aplastada y son de color verde.
Cleonus (Temnorhinus mendicus): Curculínido de 18 o 20 mm. que produce daños en estado adulto y de larva. Presenta una generación anual, apareciendo los adultos con las lluvias de otoño y, posteriormente, en invierno-primavera. El adulto es un insecto alargado, de coloración grisácea, mas o menos oscuro, con manchas blancas en la base de los élitros y una corta línea basal en los mismos; llevan por debajo ligeras manchas negruzcas. Los adultos que salen en otoño atacan las plántulas recién nacidas, mientras que las larvas de los adultos que aparecen a finales de invierno sólo afectan a la raíz.
Noctuidos (Spodoptera spp.): hacen la puesta en plantas de remolacha. Los adultos no son perjudiciales, pero las orugas son muy voraces. El nombre vulgar proviene de su hábito de alimentarse por las noches; generalmente las larvas pasan el día enterradas en los primeros centímetros de suelo y entre las hojas secas; al atardecer suben a la parte aérea o comen alrededor de la corona, dependiendo de las especies.
Los daños son mas graves cuanto más pequeña está la planta; las larvas coinciden a veces con las primeras fases de desarrollo del cultivo, provocando una notable reducción en el número de plantas y ralentizando el desarrollo.
Mosca (Pegomyia betae): las hembras realizan su puesta en el envés de la hojas en grupos de 3 a 8 y cuando los huevos eclosionan las larvas penetran en el interior de las hojas alimentándose de su parénquima. Este díptero no suele ocasionar graves daños, pese a estar muy extendido. Tiene dos generaciones anuales, una en primavera y otra en otoño, siendo esta ultima la de mayor riesgo para el cultivo, ya que éste se encuentra en estado de plántula. La larva tiene un tamaño medio de 6-8 mm y se desarrolla en la epidermis de las hojas.
Además de estas plagas específicas del cultivo no hay que dejar de vigilar a estos otros invasores de nuestras parcelas, que tanto daño pueden llegar a ocasionar:
Pájaros: colocar espantapájaros o cañones para ahuyentarlos.
Roedores: colocar malla de 40-50 cm. en el perímetro de la parcela.
Caracoles y babosas: control químico.
Podéis consultar el método de control químico para cada una de las Plagas/Enfermedades en el Cuadro nº 6 del Reglamento.
Puede consultar la página Web de la Junta de Andalucía: Red de Alerta e Información Fitosanitaria, donde encontrará información detallada sobre cualquier plaga, enfermedad o adversidad, así como el informe fitosanitario provincial de cada uno de sus cultivos.
Para cualquier consulta puedes ponerte en contacto con el técnico de Producción Integrada de ASAJA Cádiz.